En muchas charlas y talleres que hemos realizado a docentes de varias regiones de nuestro país, es común escuchar la queja respecto a que hoy día los alumnos tienen un pequeño margen de atención o la incapacidad de concentrarse en clases.
No obstante, muchos de esos alumnos identificados como aquellos que no se concentran en el colegio, se sientan horas completamente centrados en una película, en videojuegos o revisando su celular.
De modo que NO es la capacidad de atención de nuestros estudiantes lo que ha cambiado, sino más bien su tolerancia y sus necesidades.
Hoy los jóvenes tienen que elegir continuamente entre una lluvia de estímulos para capturar su atención, por lo demás muy atractivos: música, películas, anuncios, televisión, internet y muchos más.
Aquí debemos detenernos en el funcionamiento de una zona ubicada en la base del cerebro llamada Sistema de Activación Reticular (SAR).
La información que nuestro cerebro recibe como estímulos a través de nuestros sentidos, debe pasar primero a través de este SAR ubicado en el cerebro reptiliano, actuando como un verdadero filtro de información. Más tarde, por el sistema límbico (o cerebro emocional) para ser reconocido y codificado en estructuras y finalmente almacenado en la memoria a largo plazo (corteza cerebral, en el cerebro cognitivo).
Cada segundo, miles de millones de bits de información bombardean al SAR, y este filtro limita el acceso a sólo 2.000 de ellos por segundo, aproximadamente.
¿Cuáles?
Aquella información relacionada con recompensa o amenazas a su «supervivencia».
Los alumnos siglo XXI, han aprendido a centrarse sólo en lo que les interesa y en las cosas que los tratan como individuos más que como parte de un grupo o clase (como nosotros hacemos con frecuencia en las aulas).
En un mundo cada vez más poblado, la elección, diferenciación, personalización e individualización se han convertido para los jóvenes de hoy no solo en una realidad, sino en una necesidad.
También ponen atención en aquellas situaciones amenazantes, como una inminente evaluación, un profesor que expulsa de la sala a quienes se distraen o molestan, a determinadas reglas que de no cumplirlas implican un castigo, etc.
No obstante, debemos tener en cuenta que el aprendizaje profundo grabado en memorias de largo plazo, se producirá entre otras razones en ambientes positivos, cercanos, con contenidos novedosos, desafiantes, con participación grupal, etc. Pero este es otro tema que abordaremos en otro post.
Una pregunta para ti: a lo largo de tus clases, ¿te preocupas por mostrar y entregar tus contenidos como algo novedoso, desafiante y útil para quienes están en tu clase, para que sean parte de esos 2.000 bits de información que el SAR del cerebro de tus alumnos dejan pasar al interior para ser procesados?
La respuesta a esta pregunta te permitirá aclarar el por qué tus alumnos ponen atención o no en tus clases.