¿Cómo evitas esto en tus clases?

El sesgo negativo del cerebro

Nuestro cerebro es el resultado de millones de años de evolución. Es un órgano extraordinariamente complejo, cuyo objetivo es asegurar nuestra supervivencia. Para ello captura a lo largo del día una gran cantidad de estímulos que provienen de nuestro entorno, para interpretarlos y tomar decisiones.

Es aquí donde identificamos un proceso llamado Sesgo Negativo del Cerebro. El cerebro y el sistema nervioso están diseñados para poner mayor atención en las amenazas y peligros que nos acechan.

Si bien esto representó una ventaja evolutiva, pues ayudó a nuestros ancestros a sobrevivir ya que resultaba más beneficioso estar más alerta a los peligros inminentes en comparación al logro de metas positivas, hoy debemos estar muy conscientes cuando surge ese sesgo para regular las consecuencias de quedar atrapados en sus efectos o en provocarlo a otros.

En efecto, este sesgo negativo trae asociada como consecuencia una respuesta de estrés para hacer frente a la amenaza potencial: nuestro organismo libera hormonas del estrés (como el cortisol y la epinefrina), aumenta el ritmo cardíaco para impulsar la sangre, la cual es bombeada a los diferentes músculos de brazos y las piernas para ayudarte a luchar o huir. Adicionalmente, las funciones de nuestro organismo que no son esenciales para la supervivencia inmediata (digestión y reproducción) disminuyen al mínimo.

Este fenómeno, gatillado por el sesgo negativo del cerebro, puede ocurrir numerosas veces a lo largo del día, generando estados de estrés y ansiedad que acarrean consecuencias muy negativas para la calidad de vida en general.

Volvamos al aula… Aunque exista una muy buena intención formadora ¿qué ocurre en los y las estudiantes cuyos docentes a través de una serie de prácticas que, sin proponérselo, generan la activación de este sesgo negativo del cerebro?

¿Estarán esperando volver a tener clases con ellos? ¿sentirán motivación o desencanto?

El día anterior, ¿Organizarán sus mochilas con entusiasmo para reencontrarse con esos docentes?

¿Se producirán aprendizajes positivos, profundos y significativos?

No debemos olvidar que algunas emociones asociadas a una sensación de menoscabo, injusticia o tristeza que hayan almacenado los estudiantes, cuando recreen situaciones del pasado, también estimulan que se active este proceso.

Te invito a comentar si te ha ocurrido este proceso o cómo lo has hecho para manejar que no ocurra esta situación

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